En la mayoría de ocasiones, ganar un partido se hace a base de esfuerzo y de toque de balón, aunque a veces una victoria viene precedida de un descuido por parte de algún jugador. Hoy quiero hablaros de algo así que sucedió al Atlético de Madrid en la única vez que estuvo presente en la Copa de Campeones de Europa.
El error imperdonable de Miguel Reina
El Atlético de Madrid se enfrentaba al Bayern de Munich en el estadio Heysel de Bruselas, en Bélgica, allá por el año 1974. El encuentro tuvo sus oportunidades pero al final de los 90 minutos, el resultado seguía igual que como comenzó el encuentro. Tal como rezaba en el reglamento, el colegiado, Vital Loreaux, decretó prórroga en dos tiempos de quince minutos cada uno.
Llegado el minuto 113, Luis, delantero del Atlético, rompió el melón y tras un tiro bajo pero muy certero, consiguió vencer al portero alemán Sepp Maier. Todo iba a la perfección hasta que Miguel Reina decidió quitarse los guantes, ir detrás de la portería y regalárselos a un fotógrafo, cometiendo un terrible error.
Aquel gesto no pasó desapercibido para Georg Schwarzenbeck, quien aprovechó la ocasión y de un violento zapatazo de zurda desde una distancia de más de treinta metros, consiguió batir la meta del club colchonero. Algo inadmisible que siempre sería recordado por los aficionados al fútbol, especialmente a los atléticos.
El duelo finalizó en empate y se pactó un encuentro dos días después en el mismo estadio. El por aquel entonces entrenador atlético, Juan Carlos Lorenzo, no tomó represalias y decidió mantener a Reina en el equipo titular. A pesar de ello, la final se decantó para el equipo alemán, quien ganó por 4 goles a 0.
Aún a día de hoy, y tras tanto tiempo, se sigue recordando este error, calificándolo como”La maldición de los guantes de Reina”.