Entradas o disputas de balón (“tackles”)

No hay duda que en el fútbol pueden darse casos de fuertes choques entre los cuerpos de los jugadores y producirse diferentes problemas físicos que pueden ir desde una contractura a fracturas o roturas serias de huesos, aunque en este caso es algo menos común. Es algo que tiene más ratio de suceder en las entradas o disputas de balón (“tackles”).

Las tres situaciones en entradas o disputas de balón (“tackles”)

Desde el Comité Técnico de Árbitros (CTA), diferencian claramente tres situaciones en este aspecto:

  • Imprudencia: Las cuales no tienen sanción disciplinaria por sí mismas
  • Temeridad: Aquellas sanciones que conllevan amonestación.
  • Uso de fuerza excesiva: Acciones que son merecedoras de expulsión.

Para que el árbitro pueda evaluar esta clase de jugadas, será él quien deba valorar varios aspectos de gran importancia, como por ejemplo:

  • Zona del cuerpo con la que el jugador lleva a cabo la entrada, empeine, tacos, pierna, etc.
  • Zona del cuerpo en la que se impacta al adversario: tendón de Aquiles, pierna, cabeza, cuerpo, tobillo, pie, etc.
  • Velocidad de la acción realizada.
  • Intensidad de la acción realizada.
  • Fuerza empleada.
  • Riesgo de lesión.
  • Integridad física del adversario.

Es muy importante recordar que dentro de las labores arbitrales se encuentra la de proteger la integridad física de los jugadores así como sancionar esta clase de acciones con la tarjeta que corresponda en todo momento. Debe tener en cuenta los aspectos anteriormente citados, especialmente con los de tarjeta roja.

Si no se hace uso de una fuerza excesiva y no existe riesgo de lesión, la acción pasaría, o debería pasar, a considerarse como temeraria. Así pues, tendrá que mostrarse la tarjeta amarilla.

Para finalizar, son consideradas como acciones de menor riesgo aquellos lances en los que el jugador “pisa” en el pie a otro jugador cuando están disputando un balón. A pesar de ello, el árbitro puede considerar que la acción puede ser temeraria y considerar que la decisión disciplinaria es la correcta.

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